La actitud para buscar empleo (98)

     

  Actitud, actitud, actitud, actitud.

ACTITUD

                  Parece un mantra militar de La Chaqueta Metálica

de Kubrick o la palabra favorita de la Señorita Rottermeier. la avinagrada institutriz de Heidi.

Sin embargo, hace referencia a una predisposición que nos resulta imprescindible para afrontar la búsqueda de empleo. Y la cosa se complica porque, además, tiene apellidos: positiva, abierta, ganadora… Tiene más apellidos que títulos algún que otro rey medieval o aristócrata guerrero del siglo XIV.

En fin, de salida no parece sencillo, sobre todo si le ponen motes, sobrenombres, alias o se chirigotean de ella: crisis, prima de riesgo, desempleo, impuestos, deuda y deudas, desastre, desánimo, no se puede, etc, etc, etc. Pero el caso es, que con una ristra de apellidos, mote, alias o chirigota detrás, nuestra heroína tiene que salir adelante triunfadora si queremos comernos el postre. Y nos  lo queremos comer, de eso no hay duda, ¿verdad?  QUEREMOS encontrar un trabajo y, vamos, venga, acéptalo, un BUEN trabajo, aunque ahora te agarrarías a un clavo ardiendo si hiciera falta.

¿Tan malo es reconocerlo? Estamos perdiendo la costumbre de desear algo y sustituyéndola por el temor de no conseguirlo. No lo compres, hombre, no compres lo que te dicen otros y descubre por ti mismo, sé tú el que decidas que se puede o no se puede conseguir lo que deseas. Así estarás siempre preparado para dar lo mejor.

«Mal asunto, Georgie. Con esa actitud no serás un hombre feliz, muchacho. Y nosotros buscamos chicos motivados y con ganas de meterle un mordisco a esa columna, si es menester. A ver, ¿qué quieres?, ¿qué deseas?, ¿qué te apetece?, ¿qué te interesa?, ¿qué buscas?

Veo que lo tienes claro, ¿eh?… Ay, que no, no, no hacemos carrera de ti.

Dime, anda, ¿qué te pone los ojos brillantes de emoción?… Que sí, sí, aparte de la muerte de la madre de Bamby…

Ok, ok. Ajá, y eso te ilusiona y te apetece…¿Me dices que hay muchos que saben tanto o más que tú? ¿Y lo mismo para la experiencia?

Y yo te pregunto…

¿Y?

Está claro que no es tu día. Hale, ya está bien por hoy. Te vas a casa, te das un baño y lo piensas hasta que te quedes arrugadito como una pasa. Y no me llames borde, que es por tu bien.»

El caso es que la actitud no tiene por qué estar determinada por las circunstancias o la realidad. Puede, pero no hay una relación causal directa con resultados o consecuencias invariables. Como decíamos al principio, es una predisposición, no una disposición innata. En realidad, depende de muchas cosas: creencias, hábitos de respuesta, estado emocional actual, redes sociales de apoyo, genética, temperamento… Y, claro, también del grado de expectativas que tengamos junto a nuestra percepción como merecedores y capaces de alcanzar la meta. Autoestima, Sensación de Autoeficacia.

Prácticamente, se puede trabajar para modificar y mejorar cada uno de esos elementos, excepto, quizá, que vete a saber si ya han inventado algo para ello, la herencia genética. Total, en último término, somos libres de decidir con qué actitud afrontar la vida y, mientras no se demuestre lo contrario, buscar empleo forma parte de ella.

«¿Algún consejo para el tema actitud?

Bueno, ya que te empeñas…»

Aprender a no quejarse tanto de nimiedades y cosas menores y centrarse en lo que realmente importe. La actitud es algo que se trabaja, pues, excepto enfermedad, es un estado que nace en la mente. Si día a día nos centramos en trabajar y entrenar una actitud positiva, obligándonos a reconocer nuestras reacciones pesimistas, negativas, y a cambiar ciertas frases y costumbres de nuestro lenguaje, se empezará a convertir en un mecanismo de respuesta, una manera de ver el mundo distinta, casi un enfoque inconsciente de las cosas que pasan y de cómo las vemos. Nos fijaremos en que nos interesan otros aspectos de la realidad o que reaccionamos de otra manera, más equilibrada, ante situaciones que nos superaban antes. Es un trabajo duro porque lo antigüo reclama su lugar, y nos sorprenderemos en renuncios y viejos hábitos… Pero…

¿Y?

Lo importante es que se puede conseguir e influye en todo. Y ese todo, incluye el cómo afrontar con todas las herramientas internas en perfecto estado de revisión la búsqueda de un empleo y las frustraciones y sinsabores que la acompañan.

De todas formas…

…¿Quién ha dicho que sea fácil?.

Aunque…

WE CAN!

Un abrazo desde la esencia