«Paseando con ella» (278) Microrrelato. Manuel Aguilar

Ayudarte a a desvestir tu alma sin miedo a mi juicio; recubrir el camino que pisas de frases que te recordarán el humo del hogar para mitigar el dolor de los espinos al pasear; pequeñas argucias pícaras que te harán reír y alisar tu ceño fruncido por la preocupación; abrir puertas en el espacio que te llevarán a otras realidades en que «hoy» será solo una opción y «pasado» una palabra amable.

Y, sin embargo, no sé quién eres.

Pintar el cuadro en que tanto deseas entrar para ser uno de los personajes inmóviles que alcanzarán la eternidad de la curiosidad del visitante y la sonrisa esbozada por alguien que te reconocerá y sabrá que puede concederte un deseo, al menos eso…

…Y ella, siempre ella, que ha sentido que tu figura apunta directamente a sus ojos escondido en un pliegue del fondo del óleo, no sabrá que esperas día tras día para volar de su mano en tu imaginación.

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Un abrazo desde la esencia