El peor empleo del mundo (96)

Es aquél en el que no encuentras retos a tu capacidad, no responde a ninguno de tus intereses y, sobre todo, no honra tus valores personales más importantes. De hecho, los contradice y los ofende.

Es tarea de uno analizar su situación, las opciones que tiene y priorizar. ¿En función de qué? De la felicidad, yo diría.

Sin embargo, si las circunstancias dificultan, por la razón que sea, tomar decisiones que cambien totalmente nuestra situación, con inteligencia podemos tratar de minimizar los perjuicios, analizando y adaptando nuestro comportamiento, ya que no podemos cambiar esas circunstancias, y esperar el momento más favorable para dar un giro al timón.

Aquí, lo importante no es tanto la naturaleza del momento que vivimos como comprenderlo, pues nos permite planificar desde la cabeza lo que queremos alcanzar con el corazón.

Como me dijo un gran amigo, al final gana el que se mantiene en pie. ¿Y hay mejor motivador que la ilusión seguir en la brecha? Si lo hay, ole, pero no le quita el sabor a vida bien vivida al que se apoya en lo que le apasiona.

Esta es una entrada muy cortita, pero muy llena. Desde la esencia.

Un abrazo desde la esencia