Noche en Madrid (91)

Ayer llovía por la noche. Y…

…Parece que no haya otra cosa posible que hacer que sumergirse en las oleadas acuosas que te empapan hasta el fondo de tu ropa interior. Tanto cae, que de poco acaba sirviendo el plumas comprado en el norte. La lluvia de aquí es otra cosa. Cae poco, pero cuando lo hace, se desparrama con estrépito.

Me gusta sentir cómo se desliza sobre mi impermeable. Es una sensación tremenda y agradable, aunque reconozco que siempre bien cubierto con ropa caliente y cómoda.

Me atrae el invierno. Nada se le parece, ni en sensaciones agradables ni en incomodidad. Es una estación de transición, y me encantan las fases de cambio. Todo, o mucho, sucede ahí. Desde los propósitos de Año Nuevo a los contactos en interiores, por eso del frío y la lluvia.

En verano es más sencilo dejarse ir. Es otra estación maravillosa, pero viene marcada por otros ritmos y expectativas.

Del verano, otro día.

Un abrazo desde la esencia