«DINERO». 3ª entrega de la serie “Historias de ¡OH! (un hombre normal,10)” (90)

Buenos días. Mi nombre es ¡OH!

No pregunten, a no ser que quieran saber.

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Mis bolsillos tienen más agujeros que el jardín de Mr. Topo. Si me pica la rodilla, meto la mano en uno y me puedo rascar la rótula hasta quedarme sin pelos. Asunto liquidado, que diría Capone. Total, soy un efecto colateral de la crisis.

A mí me gustaría ser rubio, alto y sueco, pero si la semilla cayó en Iberia, de bien nacido es ser agradecido. Lo cierto es que, quitando lo de rubio, alto y sueco soy clavado a ellos. No me falta ni un músculo o hueso de los que puedan presumir.

Ahora bien, volviendo al tema, una cosa es el amor filial y otra la filiación social.

Por ejemplo, hace dos días me acerqué a visitar a un amigo y me dijo «¡ah!, ¡OH!, pasa, no enciendas la luz al entrar y échate una manta por encima, que no enciendo la calefacción este año» (me enteré más tarde de que tiene pendiente una orden de desahucio, aunque no ha dicho nada. Callé. Las personas tienen derecho a conservar impoluta su dignidad y decidir cómo afrontan las tempestad, aunque de pie, siempre de pie, sin poner las rodillas en tierra por muy mal que vengan dadas) Me puse la manta y nos bebimos el Rioja que me quedaba de Navidad, que pedía a gritos le diéramos un fin piadoso, cosa que hicimos entre bromas y amistad. Porque, mi amigo no se merecía lo que le pasa, no, señores, no. Buena persona, leal, con valores, ha tenido gente a su cargo, a la que ha defendido toda la vida y que le aprecian como a un padre. Con una persona así cruzaba yo el Polo Norte en cuanto me lo pidiera. Bueno, con lo que tenemos, entre los dos, supongo que no pasábamos de Pinto, pero lo que cuenta es la intención.

Pues estas son las cosas que le hacen a uno pensar en qué parte y momento se resquebrajó todo. Y, saben, a la conclusión que llego es que hay muchos como mi amigo, con las rodillas limpias y los valores intactos, que aguantan lo indecible con moral invencible.

Lo demás… Ya me pueden contar lo que quieran que…. bluff.

No me convencen.

Voy a encontrar uno como él y a tomar notas sobre el tema dignidad sin rendición. Y le diré que no está sólo. Yo, le apoyo y reconozco.

Venga esa manta para quitarnos el frío.

No LE OLVIDEN. Hay muchos como él.

Un abrazo desde la esencia.